​• Además del tintico, el Ministro compró pan de arroz y degustó un yogur “milagroso”, que un paisa que vino a parar a Villavicencio, le ofreció.

Bogotá, marzo 04 de 2014 (@minagricultura). Martha Isabel Vásquez, campesina oriunda de San José del Guaviare, se tomó el café más especial de su vida este jueves en compañía de uno de los personajes que más admira.

“Señor Ministro, tómese un tintico, mire que uno de éstos difícilmente se lo prepararán así en Bogotá. Se lo ofrecemos de corazón”, le manifestó sonriente al titular de la cartera Agropecuaria, Ruben Darío Lizarralde, al momento de su llegada a la Expoferia Malocas 2014. “Siempre lo veía por televisión pero nunca me imaginé que vendría a saludar a todos los productores que nos encontramos acá”, expresó.

Con gran alegría y algo de nerviosismo, sirvió un tinto marca “Mi Café” de un termo azul, producto que hace con 20 compañeras más, en su mayoría madres cabezas de hogar y víctimas de la violencia armada, que hoy existen gracias “a que el Ministerio de Agricultura creyó en nosotras y en este proyecto”, afirma Martha.

“Muy bien que ustedes se hayan congregado en la Asociación de Mujeres del Ariari, proyecto asociativo agroindustrial ejemplo para el país”, le manifestó el Ministro Lizarralde, después de probar su exquisito tinto.

Con vos entrecortada y muy emocionada ella comentó que es muy gratificante observar y hablar de tú a tú con quien lleva las riendas de unos de los programas del MinAgricultura que la benefició: “Mujer Rural”, a través del cual recibieron capacitación y máquinas como tostadora, trilladora, secadora y enseres para poner en marcha este proyecto.

Martha no fue la única emocionada al ver al Ministro en la Expoferia Malocas en Villavicencio, evento que reunió una selección agroindustrial de 14 departamentos, más de 100 empresas, 1.200 animales y 170 ganaderías.

Rosa, otra productora, observó que rápidamente el Ministro Lizarralde se acercaba a su estand y alistó un empaque gigante para guardar varias bolsas de pan de arroz San Martín. “Ministro, dijo, recíbame este detalle”. El replicó: “no señora, esto es su trabajo”. Entonces, le pasó un billete de $10 mil, con el cual canceló el producto que inmediatamente degustó.

El detalle que Rosa le ofreció al Ministro, se convirtió en una de sus ventas del día.

“Yo no pensé que esos señores cargaran plata y menos que hacían compras como cualquiera de nosotros”, dijo Rosa, tras el paso del Ministro por su vitrina.

Los hombres no se quedaron atrás. Saúl, un paisa, miembro de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos del Meta, invitó al Ministro a degustar un yogur muy particular. “Mire Ministro este producto está hecho con lácteos, pero en el fondo es un potenciador increíble, ni le cuento la cantidad de hijos que tengo: quince.” El Ministro, entre risas, hizo gala de su buen humor, "entonces deme 50".

 Saúl hace parte de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos del Meta, entidad que lo apoya en su proceso productivo.

Ya en serio, el Ministro les dijo: “me alegra ver la cantidad de iniciativas agroindustriales que existen en la Región de la Orinoquía. A todas éstas necesitamos apoyarlas para que se transformen en proyectos asociativos y así puedan recibir de manera más fácil los recursos del Estado”.

Martha, Rosa y Saúl no esperaban la visita del Ministro, mucho menos que comprara sus productos o los animara a asociarse para trabajar en equipo.

“Yo soy desplazada de San José del Guaviare, dejé mis 60 gallinas en la finca que con mi esposo levantamos, pero el destino me puso en el camino a mis compañeras con quienes estamos asociadas y hoy finalmente le puede agradecer al Ministro por su apoyo” manifestó Martha.

Un tintico, acompañado de pan de arroz y un yogurt “milagroso”, fue todo lo que degustó el Ministro que estuvo por lo menos cinco horas escuchando a los productores de la Orinoquía. La próxima semana, durante los recorridos por las regiones, será en otro lugar donde se repetirá esta historia.