Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el acto de clausura del XXXVII Congreso Agrario Nacional
Bogotá, 6 nov (SIG). La semana pasada estuvimos en Villavicencio, con los productores agropecuarios de los Llanos y allí tuvimos oportunidad de hacer un balance muy completo de todos los programas que venimos realizando por el campo colombiano.
Hoy quiero –en este Congreso que reúne el máximo gremio del sector agrario– reiterar nuestra visión y lo que estamos haciendo por el agro, los productores y los campesinos en general.
Colombia es un país maravilloso, lleno de recursos, lleno de gente buena, lleno de oportunidades con un enorme potencial.
Pero Colombia ha estado encadenada. Hemos tenido la cadena de la guerra. Hemos tenido la cadena de la pobreza, la cadena de la desigualdad, y hemos tenido la cadena de la corrupción. Cadenas que nos amarran y no nos dejan avanzar.
Yo me he propuesto desencadenar a Colombia, ir rompiendo esas cadenas una por una para que el potencial de nuestro país, de este país maravilloso, pueda desatarse y desplegarse como corresponde.
Y hay otra cadena, en particular, que nos tiene frenados, que tiene múltiples eslabones.
Esa es la deuda inmensa que Colombia tiene con su campo. Un campo que ha sido abandonado, no en los últimos años, ni en las últimas décadas; ha sido abandonado por siglos. Y hemos permitido que la pobreza y la desigualdad se vayan concentrando en nuestro territorio rural.
Lo que venimos haciendo en este gobierno por el campo no tiene precedentes en los años recientes y, sin embargo, por ese mismo rezago, no es suficiente, somos conscientes de eso.
Para dar tan solo un ejemplo significativo: hemos entregado más de 19 billones de pesos –¡19 billones!– a cerca de 900 mil productores agrarios a través de Finagro. Y esperamos llegar el próximo año a una cifra record de 25 billones en todo el cuatrienio.
Esto es apalancamiento financiero para que el sector rural siga creciendo como lo viene haciendo, y aún más.
No hay que olvidar que el agro pasó de periodos de crecimiento negativo en 2008 y 2009 a volver a crecer en 2011 y 2012, una tendencia que, por fortuna, se mantiene en este año.
Es más: el sector que más creció en el segundo trimestre del año, con un 7,6 por ciento de repunte, el que jalonó la economía en ese periodo –por encima de la construcción y la minería– fue nada menos que el sector agrario.
Porque en el campo colombiano están pasando cosas, procesos positivos que tenemos que consolidar.
El proceso de restitución de tierras a las familias campesinas despojadas por los violentos –por ejemplo– es algo que el mundo entero está admirando. Ya van más de 700 casos resueltos en los que se han devuelto 17 mil hectáreas a sus legítimos poseedores.