Con los primeros rayos del sol de este jueves, arribó el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde, al aeropuerto de Guaymaral, en Bogotá. Fue un viaje intempestivo y maratónico a El Espinal (Tolima), con el fin de visitar el epicentro de la concentración arrocera y evaluar en campo la situación de los productores.

El día estuvo acompañado de abundantes situaciones que no le impidieron llegar a su lugar de destino. Primero recorrió cerca de 103 kilómetros en un vuelo de no más de 25 minutos que estuvo acompañado de fuertes corrientes aéreas que hicieron pasar varios sustos al Ministro Lizarralde y su comitiva.  “Un vuelo bastante movido, pero que no nos impidió venir a ponerle la cara a los arroceros”, afirmó a su arribó al Aeropuerto Santiago Villa de Flandes.

Posteriormente, recorrió cerca de 17 kilómetros por tierra hasta El Espinal. Se dirigió hasta la Cámara de Comercio del Sur y Oriente de Tolima  para encontrarse con el Gobernador, Luis Carlos Delgado, el alcalde de El Espinal, Orlando Durán y productores  arroceros para entablar un diálogo y socializar la última resolución.
“Llego con noticias buenas al municipio. A través de esta resolución se asegura que lo molineros compren la cosecha”, indicó el Ministro.

Luego, se reunió por cerca de tres horas con  productores y representantes de Dignidad Arrocera, dentro de quienes se encontraba Roberto Botero, líder de este colectivo. “Para ayudar al sector debemos no sólo trabajar por la compra de la producción, sino por aumentar la inversión en investigación, pero lo más importante, por levantarnos unidos en contra del contrabando, uno de los grandes males del arroz”, sostuvo el Ministro Lizarralde.

Después se desplazó a una reunión privada con  representantes del sector para hablar por más de 30 minutos de temas como semillas, investigación e  importaciones, “No autorizaremos entrada de arroz de la CAN. ¿Para qué, si acá tenemos la producción?”, recalcó Lizarralde, mientras degustaba avena, achiras y queso que fueron ofrecidos por los representantes arroceros.

Luego, nuevamente, retornó a la Cámara de Comercio para finiquitar un acuerdo con los productores que ratificaba la Resolución 177 y la compra de la producción de arroz, “estamos abiertos a evaluar otras peticiones que los campesinos nos hicieron en función del distrito de riego de Saldaña, así como situaciones que se han presentado con siembras de maíz blanco y amarillo”, añadió.

Para cerrar y tras un apretón de manos con Roberto Botero, los campesinos del municipio con torta, tamal, chocolate y cantos, le celebraron al Ministro su cumpleaños. “Que más regalo en este día que este acuerdo, la compra de arroz por parte de los molineros y el respaldo de todos ustedes” manifestó con gratitud el Ministro Lizarralde.

Pero su jornada debía continuar. “Así como abunda al arroz, también el trabajo Ministro”, dijo un campesino. Tras su salida de la Cámara de Comercio se dirigió veloz a Molinos Roa, en donde verificó la normal compra de la producción.

Finalmente, se despidió de operarios, empleados y personal administrativo del molino, para tomar ruta hacia Flandes donde nuevamente conectaría en vuelo chárter hasta Bogotá.

“Me voy muy satisfecho. Los productores de arroz estuvieron abiertos al diálogo y con ello ratificamos nuestro compromiso con el campo colombiano”, manifestó el Ministro, al cerrar su extenuante jornada de más de ocho horas y cerca de 240 kilómetros recorridos en medio día. Después voló a Medellín para cumplir otros compromisos. Porque en este Ministerio el trabajo abunda, como arroz.

En el siguiente link puede escuchar o descargar audios:
http://we.tl/FvgS7Is0vk